Maipú siempre ha sido una tierra fértil para la gestación de talentos deportivos en las diferentes actividades que se desarrollan competitivamente a lo largo de todo el mundo. Es por eso que la historia de Román Martínez alimenta el espíritu de Maipú como la cuna del deporte.
Román tiene 9 años y juega en la escuela de fútbol “Los Cuervos del Sur”, en Tres Esquinas, en el distrito de Cruz de Piedra. Desde los 3 años que entrena para convertirse en futbolista profesional y la tiene muy clara: “mi sueño es llegar a ser profesional”, afirma Román.
Acompañado por su familia, el volante zurdo, que puede jugar por izquierda o por derecha, asistió a un campo de entrenamiento dictado por el Barcelona, al que asistieron más de 180 niños con la ilusión de ser vistos por algún cazatalentos catalán. Román, a pesar de estar “nervioso”, se lució y llamó la atención de los profes, que le ofrecieron una prueba en el viejo continente.
Tras una semana con largas sesiones de entrenamiento, Román fue seleccionado para poder probar suerte en el Barcelona FC: “Nos enteramos cuando estábamos con mi familia en un taxi. En el momento no entendía, pero después me puse a gritar y se lo quería contar a todo el mundo”, contó Román.
Fanático de Boca, su ídolo es Messi y sueña con llegar a jugar con la misma camiseta que el rosarino: “Puede ser más intenso y más fuerte, pero voy a dar lo mejor. Tengo que divertirme como acá” dijo Román. Para poder viajar a Europa acompañado por sus padres, la familia organizó una rifa en donde sorteará cerca de 25 premios entre los mil números vendidos para poder colaborar con el viaje de la familia.
El 5 de abril es la fecha estipulada para viajar, y mientras la familia trabaja sin descanso para recaudar el dinero que falta, Román sueña con poder estar a la altura. El joven de gran pegada ya tuvo contacto con Estudiantes de La Plata para sumarse al Pincha, pero esta posibilidad del Barcelona dejó en pausa la situación con el equipo platense: “le dijimos que nos esperen”, explicó el padre Marcos Martínez, quien acompaña a Román a todas partes.
Será la posibilidad de Román de demostrar todo lo que sabe hacer con la pelota. Y todo lo que sabe: antes de irse comentó la situación de Enzo Pérez, quien jugó la final del mundo defendiendo la camiseta argentina. Un detalle: cuando se jugó ese partido, Román todavía no tenía un año de vida.